En el deporte de conjunto como el fútbol, hemos visto equipos ganando grandes campeonatos y haciendo historia jugando estilos completamente distintos, pero con algo en común. El juego de conjunto proyecta a los jugadores que mejor interpretan la idea del entrenador y son capaces de reconocer las situaciones y decidir en consecuencia con éxito.
Recordando el fútbol mostrado por el Barcelona cuando consigue lo que había sido imposible, el nombrado “sextete” en el año 2009, con el principio de juego de posesión demostró que la mejor defensa es evitando que el rival tenga el balón, lo que hizo que el mundo volteara a ver su trabajo.
Para analizar el juego de conjunto se debe de iniciar conociendo quiénes son los jugadores que desarrollan el fútbol del equipo y en qué posiciones. ¿Preguntarse cómo logran tal entendimiento entre sus líneas? seguramente la razón no puede ser solo una.
Si conocemos que son once jugadores y cada jugador tiene una responsabilidad diferente según la fase del juego y la posición del balón, es en ese momento donde surge la necesidad del entrenamiento individual por demarcación como parte de la sesión de entrenamiento, porque si bien es cierto el juego de posesión, es un juego de conjunto, este es más difícil de desarrollar si las partes que lo conforman no tienen un dominio particular de su zona de acción, conociendo las distancias y tiempos que exige cada posición y la relación entre ellas.
Cuando entrenamos un concepto o escenario con nuestros jugadores, es prácticamente imposible contar al detalle todas las situaciones posibles en el fútbol ya que no hay dos realidades iguales debido a la cantidad infinita de situaciones que varían al momento de juego, pero esto no es una excusa para no explicarlo.
Si partimos que el esfuerzo que realiza un LT al sumarse al ataque y llegar a la zona de finalización para enviar un centro al área, va mermando su rendimiento según el momento de la temporada y del partido, así que tenemos que entender sobre las capacidades involucradas en esa posición, que serán las capacidades condicionales y coordinativas, además de las necesidades técnicas propias de la posición, esto nos lleva a concluir que, para cada demarcación surgirán muchas opciones y que se deben de realizar varias preguntas antes de realizar una sesión de entrenamiento por demarcación para el LT, como por ejemplo: ¿dónde quiero que mi equipo haga el cambio de ritmo? ¿inició con la construcción desde campo propio? ¿busco superioridad en banda o atacar el lado débil del rival?.
Estas y muchas preguntas las debemos responder al momento de desarrollar las tareas de entrenamiento, respetando la filosofía de juego y los principios del mismo. Conocer los rivales a los que nos vamos a enfrentar durante el torneo, con la intención de formar el comportamiento grupal basado en las acciones individuales a las determinadas exigencias que pretendemos que nuestro equipo domine.
Dicho esto, incluir entrenamiento especializado por demarcación es una metodología que se usa al contemplar que en ocasiones los equipos tienen partidos cada tres días, y la exigencia del Cuerpo Técnico es encontrar el tiempo para mejorar los aspectos que se consideren necesarios para el equipo y el jugador.